sábado, 4 de junio de 2011

Antecedentes


Durante los últimos cuatro siglos en el mundo occidental, y hasta hace algunas generaciones, ninguna otra institución proveía al individuo y a la sociedad del bagaje cualitativo proporcionado por la familia (ya se trate de la familia-casa o de la familia-grupo consanguíneo). El individuo recibía de la institución familiar una serie de contenidos que debía hacer perdurar, en tanto que la casa o el linaje duraran. Regularmente esta “herencia” se transmitía de generación en generación con pocas modificaciones. No obstante, esta situación está cambiando aceleradamente y la familia, como marco de la existencia personal y como instrumento de transmisión de los saberes que importan para la vida, está siendo confrontada.